El citrino es una de las piedras de la abundancia, una piedra dinámica que enseña a manifestarse y atrae la riqueza, prosperidad, éxito y todo tipo de cosas buenas.
Es una piedra feliz y generosa que potencia compartir de lo que se tiene, y a la vez ayuda a conservar tus riquezas. Es un poderoso limpiador y regenerador. Se trata de una piedra extremadamente benéfica que incorpora el poder del sol. Genera calidez, energiza y es altamente creativa. No es necesaria su limpieza, ya que ella misma absorbe, transmuta, disipa y conduce a tierra la energía negativa; Siendo una gran protectora para nuestro entorno. El citrino está relacionado con el chakra Manipura (el plexo solar) y también activa la energía de Sahasrara (el chakra corona). El citrino limpia y equilibra los cuerpos sutiles alineándolos con el físico.
Es una piedra que tiene el poder de impartir alegría a todos los que la miran. Es una piedra útil para resolver desavenencias familiares o grupales.
Psicológicamente el citrino eleva la autoestima y la confianza en uno mismo y elimina las tendencias destructivas. Potencia la individualidad, mejora la motivación y anima a la autoexpresión. Te hace menos sensible a las críticas y te anima a actuar a partir de la crítica constructiva. Ayuda a desarrollar una actitud positiva y a mirar al futuro con optimismo siguiendo el flujo en lugar de quedarte anclado en el pasado.
Mentalmente el citrino potencia la concentración y revitaliza la mente. Es excelente para superar la depresión, los miedos y las fobias ya que promueve la calma interna para que pueda emerger la sabiduría. Emocionalmente el citrino fomenta la alegría vital, libera los rasgos negativos y los miedos.
Físicamente imparte energía y vigor al cuerpo físico y es excelente para «recargar pilas». Es muy benéfico cuando se sufre el síndrome de fatiga crónica. Estimula la digestión, incrementa la circulación sanguínea y desintoxica la sangre. Activa la glándula timo y equilibra la tiroides. Resulta útil también para los problemas menstruales y los síntomas de la menopausia como los sofocos, el equilibrio hormonal y la fatiga.