La moscovita es una piedra mística, que estimula la conciencia del yo superior. Usada como bola de cristal, esta piedra visionaria vincula con los reinos espirituales más elevados. La moscovita estimula el chakra corazón, y abre la intuición y la visión psíquica.
Tiene la capacidad de permitir el reconocimiento de los fallos de nuestra humanidad y , al mismo tiempo, estimula la aceptación y el amor incondicional. Es una piedra reflexiva, que devuelve el reflejo y te permite reconocer tus proyecciones: las partes de ti que no reconoces y, por tanto, ves » ahí fuera».
Te ayuda a ver que las cosas que no te gustan en otros en realidad son las características que no puedes aceptar en ti mismo. La moscovita ayuda así a la integración de dichas cualidades.
También libera tensiones dentro del cuerpo físico y alinea los cuerpos sutiles y los meridianos con el cuerpo físico, trayendo el equilibrio.
Psicológicamente, la moscovita dispersa la inseguridad, la duda sobre uno mismo y la torpeza. Elimina la cólera y la tensión nerviosa, llevando flexibilidad a todos los niveles del ser.
Ayuda a mirar adelante alegremente hacia el futuro y hacia atrás, al pasado, para apreciar todas la lecciones que hemos aprendido, permitiéndote verte a ti mismo como te ven los demás y te ayuda a cambian la imagen que presentas al mundo externo.
Mentalmente, la moscovita ayuda a resolver problemas y estimula el ingenio. Facilita la expresión clara de pensamientos y sentimientos.
Físicamente, mejora tu apariencia, imparte brillo al pelo y chispa a tu mirada. Ayuda al cuerpo a conseguir su peso apropiado.