La turmalina es una piedra chamánica que aporta protección durante los rituales. Limpia, purifica y transforma la energía densa en una vibración más ligera. Enraíza la energía espiritual y equilibra todos los chakras formando un escudo protector alrededor del cuerpo. Puede usarse para la lectura psíquica y fue usada tradicionalmente para señalar al culpable o causante en tiempos turbulentos e indica la «buena» dirección a tomar.
Psicológicamente la turmalina ayuda a comprenderse a uno mismo y a los demás, llevándote hacia lo profundo de ti, fomentando la autoconfianza y reduciendo el miedo. Disipa cualquier sentimiento victimista y atrae inspiración, compasión tolerancia y prosperidad.
La turmalina es una poderosa sanadora mental que equilibra los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro y transmuta los patrones de pensamiento negativos en positivos. Esta piedra alinea los procesos mentales, ayuda a tratar la paranoia y a superar la dislexia . También es beneficiosa para la sexualidad y la disfunción emocional que puede estar detrás de la pérdida de libido. Equilibra la energía masculina y femenina dentro del cuerpo.