El corazón ombliguera de ojo de tigre trabaja sobre el segundo chakra y tercer chakra, el plexo solar.
Potencia y Equilibra el elemento fuego permitiendo equilibrar el exceso de ira, rabia, celos y también encender la pasión por la vida, los proyectos y la sexualidad.
Nos permite sentirnos develando emociones y permitiendo que afloren para sentirnos más livianos y conectados a quienes somos.
Aumenta la autoestima y el autocuidado personal a partir de darnos un lugar en el mundo, brillando desde nuestra propia Luz.
Facilita el proceso de individuación en donde vamos separándonos de influencias que nos han forjado y que no nos pertenecen.
Permite separarnos interiormente de lo que creíamos ser y de lo somos auténticamente, actualizándonos en un nuevo paradigma. Nos protege energéticamente y permite poner los limites necesarios para nuestro auto cuidado y autodesarrollo personal. Disminuye la timidez, la sensación de menosprecio y de no poder realizarse. Se recomienda ser usada en el ombligo durante el día, comenzando con pocas horas e ir aumentando en la medida en que se percibe el elemento fuego equilibrándose.
Se recomienda descansar cada tercer día e ir alternando con ombliguera de cuarzo rosa para aumentar el amor y alegría de compartirnos. Puedes usarla como sientas mejor para ti! En la medida en que te percibes en equilibrio.
El lapislázuli es una piedra protectora que estimula el poder personal y nos enseña el poder de la palabra hablada para usarla a favor de la resolución de conflictos.
Es una piedra que armoniza los niveles físico, emocional, mental y espiritual. Los desequilibrios entre estos niveles pueden producir depresión, inquietud y ansiedad.
El lapislázuli te anima a hacerte cargo de tu vida, revela la verdad interna, fomenta la autoconciencia y permite la expresión de tu verdad más auténtica.
En los casos en los que la cólera reprimida causa dificultades en la garganta o la comunicación, ella la elimina.
Nos conecta y desarrolla cualidades como la honestidad y la creatividad, dotándonos para expresar las emociones armonizando el conflicto.
Disuelve la tendencia al sufrimiento y las ataduras emocionales.
Es una piedra muy beneficiosa para el sistema nervioso, el sistema respiratorio la garganta, y regula la función de la tiroides.
Nos permite expresar de forma auténtica y serena desde el amor.
El uso de la ombliguera de cuarzo rosa, nos sirve para abrir el corazón, amarnos y amar incondicionalmente. Nos provee del fuego trasmutador del amor incondicional pudiendo disolver todo aspereza de amargura, dolor y distancia con nosotras mismas y con otras personas.
Nos enseña a comprender que todos somos uno y que cada una tiene su forma de manifestación en la Tierra.
Acalla el diálogo mental y nos hace pensar con el corazón, poniendo en primera instancia la unidad y no la diferencia que hay entre nosotras, por ello mejora la relación intrapersonal, interpersonal y transpersonal.
Se utiliza en el ombligo, pues es la primera relación que establecemos con la madre y con el mundo actual y eso nos marca la relación que tenemos con nosotras mismas y con las demás, fomentando el amor por sobre la manipulación y la amargura. Nos da alegría de vivir, risa, dulzor y disfrute de las experiencias, endulzando experiencias amargas y relaciones complicadas. Nos abre la posibilidad de ser niñas otra vez riéndonos de lo simple y sencillo.
Sana a nuestro niña interna al conectarnos nuevamente con el juego y la risa, pudiendo tenerla disponible en el mundo y no encerrado en la amargura o en la seriedad. Nos enseña a jugar! Limpieza: en el grifo de agua visualizar color violeta que trasmuta. Ideal ponerla en una drusa de amatista descansar unas horas.
Programación: poner en la mano izquierda y proyectar con la mano Derecha luz dorada diciéndole al cuarzo » Gracias cuarzo rosa porque me endulzas de amor incondicional y alegría de vivir! « En personas hipersensibles utilizar pocas horas al día y observar como se va sintiendo, puede ir aumentando. Si siente que la expansión del corazón es mucha para poder contenerse, se recomienda disminuir las horas de uso.
La flor de loto en muchas culturas es el símbolo del crecimiento espiritual, de la evolución del alma y de cómo somos capaces de trascender las dificultades para crear algo hermoso de esa experiencia.
Representa los tres niveles de nuestra existencia:
1. la ignorancia
2. la aspiración y esfuerzo
3. la iluminación
El loto germina en el barro (la ignorancia), crece a través del agua en un esfuerzo por llegar a la superficie (la aspiración), y finalmente alcanza el aire y la luz directa del sol (la iluminación).
Así el loto simboliza el crecimiento del ser humano desde los estados más bajos de conciencia hasta los más elevados. La culminación del crecimiento del loto es una hermosa flor. De la misma manera, la culminación de la búsqueda espiritual del ser humano es el despertar y el florecimiento de su potencial.
Enla India, la Flor de Loto está asociada con la fertilidad, la divinidad, la riqueza, la ilustración y el conocimiento. Se relaciona con la diosa de la abundancia, Lakshmi, que provee de generosidad, prosperidad y pureza. Esta diosa simboliza todo lo bueno: la belleza, la pureza y la abundancia. Pero también fue venerada en el brahmanismo como «Madre de la creación» y se decía que hasta el soberano hindú de todos los dioses procedía de una Flor de Loto.
En la religión budista, estas flores son uno de los símbolos más antiguos y de los que más se han utilizado para representar a personajes humanos y divinos. Sirve como asiento o trono de Buda, lo que representa el nacimiento de este dios.
Una pequeña historia cuenta que un día se reunieron en la India a conversar a la vera de un lago tranquilo cercado de árboles de coloridas flores cuatro legendarios hermanos: el fuego, la tierra, el agua y el aire. Como eran escasas las oportunidades que estaban todos juntos aprovecharon para charlar, y comentaron cómo se habían convertido prisioneros de sus propios oficios, sin casi tiempo para reuniones familiares. El agua recordó a los hermanos que estaban cumpliendo la ley divina, y este era un trabajo que les debería traer el mayor de los placeres.
Así aprovecharon el rato para contarse unas a los otros lo que habían construido, y destruido, en el tiempo que no se veían. Estaban contentos de poder servir a la creación de formas útiles y bellas. Pero se lamentaban de la ingratitud de los humanos, que no daban valor a lo construido por los cuatro hermanos; así que pensaron dejar de ayudarlos como castigo. Pero tras mucho debatirlo se dieron cuenta de que preferían hacer cosas buenas y dar alegría.
Antes de despedirse, decidieron dejar un recuerdo al planeta de tal encuentro. Querían crear algo que trajera en su esencia la contribución de cada uno de los elementos, combinados con armonía. Sentados en la orilla del lago, viendo sus propias imágenes reflejadas, cada uno dio su opinión sobre qué podían hacer, hasta que alguien sugirió usar el propio lago como origen.
¿Qué tal un ser vivo que surja del agua y crezca en dirección al cielo? ¿Una planta tal vez? La Tierra dijo, Le daré lo mejor de mi para alimentar sus raíces, el agua siguió, Formaré la sabia que corre por sus entrañas, dándole mi energía para el crecimiento de su tallo, Yo la cercaré con mi brisa, protegiéndola, continuó el viento; entonces el fuego para finalizar el proyecto escogió lo mejor que tenía, Yo le ofrezco mi calor, a través del sol, para que crezca con colores y vigor.
Así, los cuatro hermanos en vez de castigar a los humanos, les dejaron un recuerdo de la pureza y perfección de la creación que un día podrán alcanzar.
Este símbolo está
extendido por todas las grandes civilizaciones del mundo con pequeñas
variantes. Cada una con sus propios símbolos en el interior pero con una gran similitud tanto en forma
como en significado y propiedades.
La primera referencia histórica que tenemos de la utilización de este símbolo la encontramos en Cartago. Sabemos que los cartagineses la asociaban con la diosa Tanit divinidad asociada a la luna y a la fertilidad y una de las principales divinidades cartaginesas.
Posteriormente
las culturas árabe y judía adoptaron este símbolo como propio.
Entre los musulmanes la mano de Fátima es utilizada cono talismán para protegerse de la mala fortuna y en particular del mal de ojo. Este símbolo utilizado como amuleto detiene el mal con la palma de la mano, previene enfermedades y atrae la buena suerte. Es especialmente apreciado en el norte de áfrica.
En el judaísmo es conocida como mano de Míriam, en referencia a la hermana de Moisés y Aarón. Mirian era reconocida como profetisa y es asociada con la protección ya que salvo a su hermano Moisés cuando este era un niño. Dentro del Judaísmo este símbolo no tiene ninguna conexión don el islam. En Israel se suele colocar una Jamsa en el cuello de los niños para protegerles. Suelen decorarlos con peces (inmunes al mal de ojo) y con palomas símbolo de reconciliación, paz, sencillez, pureza y purificación.
En el judaísmo la mano Jamsa es relacionada con los cinco libros de la tora.
Pero no se quedan en estas dos religiones el uso de la Jamsa se extiende a Asia.
Dentro del hinduismo y el budismo es uno de los principales mudras el abhaya (no miedo). Es frecuente ver deidades Hindúes realizando este gesto, para que sus fieles recuerden que cuentan con la protección y que ningún mal puede afectarles.
Continuando en la India podemos encontrar dentro del jainismo un símbolo de similares características una mano que viene a significar ahimsa o “evitación de la violencia”.
Hoy en día este símbolo esta extendido por todo el mundo. En occidente esta ampliamente extendido como amuleto contra las posibles desgracias que puedan afectarnos y también como símbolo de paz y pureza. Trae buena suerte y dota de las virtudes de paciencia, fidelidad y fertilidad, además de su poder de protección, especialmente a las embarazadas, por su protección de la matriz.
El Árbol de la
vida representa, en forma de ramas que se elevan y expanden al cielo, el nivel
físico y espiritual de nuestra vida.
De la misma
manera que muchísimos otros símbolos antiguos, el culto a este talismán procede
de siglos atrás y ha estado representado en muchas culturas muy diferentes.
En la cultura
celta, por ejemplo, los druidas creían que este árbol era la representación de
Yggdrasil, la diosa celta en conexión con la tierra y el cielo. En el aspecto
más esotérico el árbol de la vida podemos decir que significa recepción.
Representa todas las enseñanzas espirituales que se han recibido y nos llevan a
alcanzar un estado superior de conocimiento, especialmente del conocimiento del
“YO”.
Este símbolo
trabaja como un imán y atrae las energías positivas hacia el amuleto y hacia su
portador. El árbol además intenta atraer pensamientos buenos y favorables,
deseos, actitudes y acciones de la gente que se relaciona con el portador del
amuleto.